Lo que me dispongo es una aventura que nació hace cosa de un año aproximadamente y que, ha llegado a su fin hace muy poco; todo comenzó con un pase furtivo por la sección de juguetería, en la que me di cuenta de que se había relanzado el famoso cubo de Rubik, lo mire de reojo, como quien guarda rencor a un rival nunca vencido…y su precio de doce leuros, me fue como el símil a la tentación de un “Continue” jugando al Street Fighter…pero por mucho más valor que por una partidita de veinticinco pesetas.
"El articulo mas regalado estas navidades,¡no me extraña! con lo que se tarda en rebobinarlo con el boli" |
Y tomé una gran decisión, comprar un cubo de las narices y no parar hasta lograr aprender a realizarlo…eso sí, lo compraría en un bazar chino ¡que yo no pago doce leuros por quitarme un trauma! Tony Soprano se lo puede permitir, pero un servidor no. Entré en el establecimiento y salí de tras haber pagado un miserable euro por el juguetito de marras, una vez arrive a cassa, me dispuse a conocer a mi enemigo, por un lado Justin Biever, por el otro el creador del cubo Emö Rubik…¿Emö?¿¡¿Emö?!? ahora había más razones para cumplir mi venganza y más aun si lograba una conexión entre Rubik y Stanley Kubrick, que el tío no quería explicarme nunca lo del final de Odisea 2001 y ahora no me coge nunca el teléfono.
"Yo soy el socio 1758" |
Descubrí, que no estaba solo, ni era el primero en la lucha contra el cubo, como en Eternia, ya había un paladín de nombre David Singmaster que cuando alzaba su espada y gritaba “Yo tengo el poder” recibía los poderes del Magno Rector de la Universidad de Plasencia y con su doctorado en matemáticas era capaz de resolver el cubo, le acompañan sus fieles amigos Lars Petrus y la bella Jessica Fridrich y juntos forman el Trío Empollón, un grupo que dedica sus esfuerzos a resolver cubos de Rubik, cuidar el medioambiente y ver maratones de Star Trek.
El caso es que yo soy más de Star Wars, por lo que me dieron de lado y me tuve que buscar la vida, opte por mimetizarme, empecé a vivir como vive el cubo, a actuar como él, pensar como él, como un James Woods de pacotilla aprendiendo su papel. Sería estúpido ponerme a explicar los algoritmos necesarios para su resolución, tan solo quedaros con la copla de que lo logré.
¿En qué ha cambiado mi vida? Pues el aire que respiro me es más puro, el café más sabroso, mi cartera rebosa, mi chalet adosado se ha incrementado cien metros cuadrados y en mi radio ya no se sintonizan emisoras de radioformula.
Necesito nuevas metas, retos que afrontar, aprender a tricotar, o quizá, ya que la gente fabricaba alpargatas desde el Siglo XII antes de Cristo…¡Ser parte de esa orgullosa tradición! Ale, hasta mas ver.
"Que desmejorado te veo Carlos Yin" |
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