Un día de mi vida, una fémina me
comentó que le ponían los tíos con uniforme, se que suena a topicazo de
película romántica en la que el tipo por ganarse su amor buscará la manera de
sorprenderla patéticamente apareciendo en una próxima cita ataviado con el
traje que le ha afanado a un poli y que casualmente le queda como un
guante...no era ese mi caso, ni yo buscaba más con dicha mujer ni me visto con
ropa de otras personas tras haberlas noqueado con un golpe con el canto de mi
mano en su nuca...principalmente porque esto es LA REALIDAD y si a mí alguien
me da un toque así, puede ir sacando las gafas para buscar los adminículos (he
dicho “culos”..jijijiji) dentales que en breve tendrá que recoger.
Cuando escuchamos la palabra
“uniforme” siempre pensamos en esas varoniles profesiones de militar aguerrido,
policía adicto al trabajo, chefs de cocina con vigorosos mostachos o niños
llorosos ante los cuatro trapos que les han puesto para poder ir al colegio
privado.
Y si, es verdad, claro que el
uniforme nos acompaña toda nuestra despendolada vida, créanme, yo les ilustrare
en esta nueva sinsorgada. En nuestros días de minoría de edad, ya nos
uniforman, recuerdo perfectamente mi primer día (y ultimo, si, si, ultimo) en
una guardería, allí como en la clase de párvulos del colegio nos hacían vestir
unos mandilones con nuestro nombre cosido, azules para los varones y rosas para
las muyayas, y sí, recuerdo que hubo algún padre daltonico que no me explico cómo
le endiñaron un mandilón verde ¿tenderos cabrones?¿distribuidores que lograron
colarle al vendedor una remesa de mandilones defectuosos?
"¡Tu futuro te necesita!" |
En el devenir de la infancia, llegó
ese momento en que a algunos les hacían ir a una cosa llamada catequesis y que a
los niños que ya nos habíamos ganado un billete al infierno nos daba mucha risa
verles cuando se los llevaban a tirones sus padres para meterlos en la
parroquia del barrio, pues eso, que llega un día, que a esos niños pera, les
hacen también uniformarse para lo que llaman “la confirmación” o “primera
comunicación” (esto ha sido una mera demostración de cómo me he ganado a estas
alturas más de setecientos tickets de viajes al averno sin escala). Me pondré
serio y diré, que los trajes de primera comunión son de princesa en caso de haber
nacido sin pililla, pero si eres de los que sí, te toca ir de marinero...¿y si
tu padre es de infantería que ocurre?. Por cierto y ya que tratamos el tema de
la comunión ¿los psicoanalistas son psicópatas que te quieren petar el culo?
Puede ser que durante esos años te
toque estar gordo, ser desordenado o simplemente un vago que no termina las
cosas y entonces alguien con ganas de joder les diga a alguno de tus
progenitores que lo mejor sería que te apuntaran a practicar algún arte
marcial, puesto que eso te enseñara disciplina y canalizar tu no se qué, por
algo...y ahí te plantan en un sitio con colchonetas ataviado con una especie de
bata de esparto atada con un cinturón blanco para aprender a dar
hostias...¡pero ojo!, te dicen que te dan un cinturón mejor si se te da bien lo
que te enseñen...que es no dar hostias...¡ahí, ahí, mareando a las pobres
criaturas!
Y mi pregunta, quita o cuestión
es...¿Por qué los mocosos que estudian karate, judo o cualquier disciplina de
artes marciales van de blanco?¿por qué nadie va de negro? Todos sabemos que los
ninjas molan más que los karatekas, aunque solo fuese por el uniforme seguirían
molando más. A fin de cuentas, el negro adelgaza, con lo cual muchos niños
gordos apuntados disimularían sus gorduras ¿no sería mejor vestirles con ropa
negra y no hacerles sufrir yendo a Judo?
Otros que van de uniforme son los
Boyescáus, que son gente muy maja, que se va con niños al monte y los padres se
quedan totalmente tranquilos, parecido a cuando te dicen que a continuación en
una gala de televisión llega “El humor de Manolo Vieira” y te quedas así como
que no pasa nada, pero el efecto mariposa puede haberse producido en Kuala
Lumpur y mañana la humanidad se extinguirá.
"Siguiente parada...¡La indiferenciaaaaaaaa!" |
Crecemos, maduramos (en los casos más
optimistas) y ahí en la universidad aparecen unos seres conocidos como “tunos”
que van uniformados como la sota de bastos y los lunes de mañana de momias tras
una visita el sábado por la noche a urgencias tras creerse unos casanovas y
rondar a la novia de algún tipo o directamente haber salido de casa vestidos de
tal manera y encontrarse con gente decente que les apaleó sin compasión.
Y la adultez llega y ¿qué uniformes
tenemos en nuestra vida diaria? Pues salvo los comentados casi al principio del
articulo no se me ocurren muchos más, bueno, si, esos de ir vestido enteros de
cuero con la fusta y los de Village People ¡la mejor boy-band de la historia!
(¡y nunca mejor dicho!).
Porque ante todo, hay que
diferenciar cuando alguien va de uniforme y cuando va disfrazado, y conste que
me estoy mordiendo la lengua para no comentar la equitación de militante de
juventudes de cierto partido político...pero vamos, que es una idea por
contagio y yo soy profilacticamente correcto, así que...son ustedes libres de
expresarse en los posts.
"A donde vamos Marty, ¡no necesitamos cuellos!"
Puedo ponerme moralista, decir que
aquí en el Luckyzine todos vestimos un uniforme de indiferencia y que nos
resbalan los grandes temas de interés social. Puedo ponerme pedante y hablar de
la axiología más utópica en un debate abierto con lo que es uniformarse y su
necesidad/sometimiento. Pero sobre todo voy a ser ridículamente ridículo al
preguntaros por aquel grandísimo cantante Raul, el de “Hace tiempo que sueño su
boca”...¿se acuerdan? Pues en caso negativo consulten el you tube que para algo
está. A lo que vamos, ¿Raul, donde estas?¿acaso es que ya forma parte del
elenco del remake de “Perdidos”?
Y así, como quien no quiere la cosa
aprovecho la coyuntura para irme, que total...ya hemos arreglado un poco el
mundo y si seguimos lo vamos a ensuciar. Separemos nuestros caminos hasta una
nueva entrega y celebremos la vida, con o sin uniformes, que eso no sea razón
de odios...y si, ya sé que los uniformes de establecimientos de comida rápida
suelen ser humillantes para quien los porta, pero eso también justifica por que
dichos empleados acaban siendo creyentes de religiones que creen en la
reencarnación...¡y volverán!, vaya que si volverán y entonces se vengaran de tíííííííiííiíííiíííí
¡puedes jurarlos amigo!
"El pluriempleo no tiene limites" |
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