Todo
vuelve, eso dicen, no pudiendo menos que acojonarme cuando alguien suelta
tremenda frase, pues mi mente retrocede a tiempos que prefiero olvidar por las
atrocidades que mis ojos presenciaron, pues yo no he visto naves en llamas más
allá de Orión ni rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de
Tannhäuser, pero si a tíos portar camisetas de malla, tías teñirse el pelo en
mi presencia recurriendo a pasar rotulador rojo permanente por sus mechones, a
tipos con bigote luciendo orgullosos mariconera y ver como gente padecía el
vicio del coleccionismo de pins para después lucirlos en sus gorras…es por eso,
que yo, que viví ¡y sobreviví! A la llegada de las televisiones privadas, temo
el regreso de la moda más casposa a cada temporada anunciada por el cortex
británico…pero todo mal augurio se ha venido a confirmar cuando el otro día leí
(maldito vicio…la cultura siempre llevándome por el mal camino) acerca del
regreso al mercado de la empresa Zubaz…
Pero
para que comprada vuecencia mi temor, debemos remontarnos a tiempos pasados,
días en los que decir “Chachi-molongui” no era razón para recibir una paliza
por anacrónico….Estoy hablando del glorioso año del Señor de 1988, tiempo en el
que dos wrestlers (quienes sino), los “Legion of Doom” para más señas, les
fueron con la murga a Dan Stock y Bob Truax de cuanto les gustaría unos
pantalones que no se les metieran por la raja del ojal cuando practicaban
haciendo pesas…necesitaban comodidad ¡Oh sí! Y Stock y Truax se la iban a
proporcionar. ¿Cómo? Pues diseñando unos pantacas cortos con un diseño que satisficiera
a los dos musculosos y a la vez ofendiese a tu madre. Para conseguir dichos
objetivos los fabricaron en licra, lo cual proporcionaba una amplia capacidad
de expansión, pero además, los diseñaron con unas medidas innovadoras que les
hacía estrechos en la zona de las rodillas, combinado con que la extensión de
la tela era más larga en la parte interior de la pierna que la de interior del
muslo…si de por si esto no fuera ya aberrante, TODOS tenían estampado de cebra
en amplia variedad de colores chillones.
"Aquí los Legion of Doom por si h no les pone cara (Cosa difícil si lees este blog)" |
Y
es que lo hortera es un gran negocio y para cuando la empresa empezó a operar
como tal un par de años después, consiguieron en su primer ejercicio fiscal un
beneficio de cien millones de dólares (que el precio de un par fuese bajo es prueba del gran éxito del producto), eso
sí, los pantalones largos (igualmente horrendos) se convirtieron en el
verdadero éxito de la compañía.
Ahora
bien, el Zubaz largo lo podemos definir
como la antítesis del leggin (El tribunal de la Haya estudia emprender medidas
contra sus creadores), y a su vez no debe ser confundido con los
pantalones-globo que popularizó McHammer en su videoclip de “U can´t touch
this” a su vez inspirados claramente los que lucía la guardia real turca.
Los
deportistas, esos adalides del buen gusto en el vestir, además de usarlos en
sus entrenamientos, consideraron que eso de llevar las albóndigas del amor con
libertad de movimientos era gran cosa, por lo que los Zubaz pasaron a ser parte
del uniforme de estos titanes a la hora de salir a pasear al perro, ir al cine
o cenar con la parienta en Chez Nois.
"Pruebas del delito A, B y C" |
Entre
las grandes ventas y la proyección pública que adquirió Zubaz, pasó de ser una
pequeña empresa a una gran compañía, en la que Stock y Struax terminaron
perdiendo su poder directivo para ser relegados a accionistas (Caso similar al
de Ben & Jerry). Por aquel entonces
a algunos cargos directivos de equipos de futbol americano decidieron encargar
a Zubaz el diseño de las equipaciones oficiales para la siguiente temporada…
¡Dicho y hecho!, aquellos jugadores gozaron de la mayor amplitud para acomodar
coquillas hasta aquel momento.
Pero
el sueño llega a su fin, aquellos visionarios directivos fueron conscientes de
su error, los aficionados no se veían representados con aquellos colores y
estampados que quemaban dioptrías y fue cuestión de tiempo que Zubaz dejase de
recibir encargos de más equipos…de golpe los raperos decidieron usar chándal y
los deportistas fingieron haber sufrido horterismo transitorio…la gente de bien
por su parte comenzaron a realizar piras purificadoras y pactos de silencio con
tal de limpiar cualquier producto Zubaz de su pasado.
"Los primeros en saltar del barco, creando no pocas confusiones esteticas y estilisticas"
Con
tales perspectivas, a nadie le extrañó que la empresa Zubaz quebrase a mediados
de la década de los noventa, momento que Truax y Stock aprovecharon para
comprar los derechos de la marca a un bajo precio. Los años pasaron y es
entonces cuando se forma la leyenda de los Zubaz, muchos gañanidos añoraban la
comodidad paquetil, otros provocar estragos estéticos en su vecindario cuando
iban a comprar el pan, o tan solo creer que podrían regresar a los años noventa
en los cuales fueron felices poniéndose unos de aquellos pantalones…sin
esperarlo, unos viejos Zubaz pasaron a revalorizarse, siendo frecuentes las
pujas por ellos en subastas de internet…
Hubo
que esperar al 2007 para que Truax y Stock decidieran volver a producir nuevos
pantalones, eso sí, una tirada limitada que replicaba los patrones y estampados
originales que solo se podían adquirir por su tienda virtual, después algún
equipo de beisbol decidió modificar su equipación por un estampado de Zubaz y
finalmente en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 el equipo ruso de
Curling tuvo las santas criadillas de salir a competir con unos pantacas Zubaz
cuyo estampado corria el riesgo de abrir portales inter-dimensionales.
Así
que ya lo sabéis, Zubaz renace con mucha fuerza muyayos, y ojito, no
enorgulleciéndose de la comodidad sino de sus estampados…¡Vaya declaración de
principios!...de tal modo que han abierto horizontes y ya se conforman solo
produciendo pantalones, sino también zapatillas, gorras, sudaderas,
¡¡¡¡¡¡CORBATAAAAAAAAAS!!!!!! y gafas ¡¡¡¡¡¡con los cristrales estampados!!!!!!
El
lector no será capaz de asumir el debate interno que se ha dado en la redacción
para elegir el orden del final del último párrafo ¿Qué anteponer, una corbata
de estampado Zubaz o unas gafas de sol cuyos cristales vienen estampados? Ante
tremenda virulencia creativa y el riesgo a que estos productos puedan ir contra
la convención de Ginebra me despido, tan solo señalando que cualquier cosa que
te regalen de Zubaz siempre será mejor que estar obligado a escuchar de
principio a fin un disco de Terence Trent D´arby.
"Para los más jóvenes, esos que rehuyen la lectura por postureo, sintetizamos el articulo en una imagen" |
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