viernes, 4 de abril de 2014

FABULAS DE PLADUR

Queridos lectores, sepo bien que os tengo abandonados, pero os llevo en mis pensamientos en las obligaciones que me separan de dedicaros palabras con la periodicidad que me gustaría.
Es por ello, que para compensaros he pensado que el artículo de hoy os sea de utilidad en la vida pública, y no como sería entregaros a cada uno una película de Donal Dutherland.

Me he dado cuenta de la proliferación de dos especies, por un lado la de los retoños, esos seres que habéis soltado por el mundo y que os reclaman cariño, comida, entretenimiento y limpiéis sus cacotas. El otro lo conforman los iletrados estudiantes de E.S.O. que terminan sus estudios con mínima comprensión lectora.

Para ellos…y para vosotros, seáis padres o iletrados, para que transmitáis las narraciones o las comprendáis por fin, os regalo este articulo, en el cual abordare tres cuentos clásicos…


LOS MUSICOS DE BREMEN

Un buen día de invierno, que mira que no suelen ser bueno, pero este lo era, fue a coincidir que en cuatro granjas en una había un burro viejo, en otra un perro viejo, en la tercera un perro viejo y en la última un gato viejo y dada ya sus avanzadas edades cada uno de sus respectivos dueños imitando la mentalidad del empresario español contemporáneo, habían decidido sacrificar a las bestias.

Pero cada animal logró huir de su destino y como no aquel día no habían ocurrido apenas casualidades cada uno fue por un camino en el que todos concluyeron en tiempo y espacio, así como buenos vagabundos deciden encaminar sus pasos hacia Bremen ¿Quién mejor para acompañarte en un viaje que un vagabundo al que no conoces de nada? Nadie pasó por allí para recordarles que eran animales y que los animales no tocan instrumentos, tampoco para decirles que eran animales VIEJOS a punto de palmar, y mucho menos para explicarles la situación actual del mercado discográfico y que ya nadie acude a concierto…el caso es que tiraron para Bremen por que existía el mito de que era tierra de prosperidad, algo así como un sueño de emigración hacia ese país de sol, playa y abundante trabajo que es Ep´paña.

En el viaje hacia la gran ciudad deciden proceder al desalojo de un chamizo, expulsando a una banda de humanos ladrones que vivía allí, el caso es que no contentos con ejercer de okupas los animales en vez de quedarse el caserón hasta el último de sus días, continúan su peregrinación hacia Bremen, seguramente embebidos con sueños de coca y groupies.

El caso es que cuando llegaron a la ciudad no tenían nombre para la banda, ni instrumentos, ni talento ¿pero desde cuando importa eso para triunfar? Conocieron a un productor, les montó una campaña de marketing ¡y a vivir!...vale que el burro se quedó tieso de un viaje y que la fama les duró cuatro dias, lo suficiente como para crear leyenda.

Actualmente se les puede seguir viendo por las calles dando verdaderos conciertos (no como antes que lo llevaban todo sampleado), el gallo toca la flauta, el gato juega con el diábolo y mientras el perro pasa la gorra.

Y así termina este cuento, critica a la pena capital, la sexonofobia y a Eurovisión.

"No se que utilidad podria darle pero lo quiero"

EL CIGARRO Y LA HORMIGA

Pues ná, que había una cigarra, no una colilla de ducados, sino el insecto del suborden de los homópteros, que toca mucho los cohónes por el sonido que hacen y que tan solo vive un verano.

A lo que vamos, que había una cigarra de estas, que pasó el verano de una manera acojonante, amortizando los meses que se había pasado ciclándose en el gimnasio, su canto le había servido para ligar con cigarras suecas las cuales le pagaban sus vicios, y luego que si playa, que si chiringuito...¡pero llegó el invierno! Y el tío se había fundido todo, no tenía un leuro…¡total! ¿Qué más da? ¡La iba a palmar!, pues se ve que no, y oye, que se tuvo que buscar la vida y dar gracias de que los de asuntos sociales le pudieron meter en una chabola de estas de protección oficial.

Mientras tanto, afuera nevaba y miraba por la ventana (la única nieve que conocía se la había metido por el napial), total que con ese panorama tenía que buscarse la vida, pero el solo sabia ganársela de gigoló.

Un día su vecina hormiga regresaba al hogar tras una dura jornada laboral (nain tu faiv), y se encontró a la cigarra homeless calentándose ante un bidón ardiendo. La hormiga temiéndose el percal aceleró su paso, pero la cigarra fue rápida y le dijo:

Oye hormiguita ¿tienes un pitillo por ahí?¿puedes darme un leurillo pa´coger el tren a Pernambuco? es que me he quedado tirado aquí.

A lo que la hormiguita le respondió:

¿A qué te dedicaste tu en verano cuando yo me rompía el espinazo currando por el salario mínimo interprofesional?

A lo que la cigarra respondió

Pues a cantar baladas a ricachonas y luego ponerme hasta el ojal...se suponía que por mi propia naturaleza tenía que palmar, pero ya me ves, debo ser una especie de supercigarra o algo, ansínque ahora mijmo te me vas a quitar la ropita que llevas, me vas a dar la cartera y el peluco o te meto una superhostia que vas a dar vueltas en el gayumbo sin tocar la goma.

Y así nos sirva de moraleja, que quien es golfo además puede ser hijo de puta y eso de que el trabado dignifica sigue sin estar demostrado.

"Problemas Vs. inventiva nacional...realidad, no se por que sigues retandonos"

EL FLAUTISTA DE HAMELIN

Al norte de Germania encontramos el pueblo de Hamelin, famoso por sus puentes, montañas y restaurantes chinos. Pero un día llegó una plaga de ratas organizadas especializada en la extorsión. Y por allí iban royendo costales de harina jodiendoles el negocio a los panaderos que no querían pagar por su proyección.

Pronto las ratas atacaron a otros gremios y la gente de bien, pedía la cabeza del señor alcalde que no ponía solución al problema de seguridad, así como asuntos de edificación a pie de playa (aunque lo que realmente jodía al burgo era que se había liado con la folclórica Anneta Friedkenson). El pobre alcalde pedía calma desde el balcón del ayuntamiento y en ese momento llegó a la plaza un perroflautero que se ofreció para espantar a las ratas y a Miguel Ángel Tobías si fuera menester.

El alcalde acordó con el músico una suma que extraería en sobres de la contabilidad B de las arcas municipales, pero antes debía expulsar la plaga ratil, así como ya de paso echar también a Miguel Ángel Tobías (que para algo se había ofrecido a ello anteriormente y no era plan desaprovechar el asunto). Cerrado el trato, el profesional de no dar palo al agua (el indigente se entiende) enarboló su rancia flauta y al hacerla sonar, sin saber, emitiendo notas al azar, los roedores salieron de sus escondrijos para acercársele, muriendo inmediatamente al no poder soportar el hedor que ese hombre emitía.

El alcalde muy suyo, no quiso reembolsar al indigente una vez terminó su trabajo, cosa que mosqueó bastante a ese amante de la paz, que advirtió de las funestas consecuencias de no soltarle unas moneditas...bueno, no usó eso de “funestas” porque solo había llegado hasta 2º de E.S.O.

El pueblo se carcajeó y entonces en venganza, el indigente se marcó con la flauta una versión de los Ramones que encandiló a la juventud local, provocando un estallido tal que comenzaron a seguirle mientras se piraba por los campos de Castilla. Los chavales empezaron a fumar, las mozas empezaron a vestir de manera descocada, -¡el puto rock´n´roll!-dijeron los de Hamelín. Y el alcalde mandó a la policía detener al flautista...al pobre le cayeron caricias policiales y amor, mucho amor de sus compañeros de trena.

Y esto es todo por hoy, espero que con estos nuevos cuentos podáis acostar apaciblemente a vuestros cachorros, en vez de tener que adormilarlos a base de enajenantes programas televisivos de marujeo. Ahhh, los retoños ¿existe algo mejor en el mundo? Yo tengo tres, y como siempre desee que tuvieran nombres afroamericanos, a la mayor le pusimos Tenencia Ilícita, al chavalín Estupro y a la pequeñita Usura.

"Alejandro Sanz + Rafa de la Unión=Combinación ganadora"