domingo, 31 de agosto de 2014

LOS GEMELOS McCRARY (que a la vez eran los McGuire)

En el Luckyzine siempre andamos acercándoos el mundo de la cultura pop, siendo nuestras investigaciones favoritas aquellas que el público nacional quizá no conozca pero si reconozca. Pues bien, el artículo de hoy va a ser uno de estos últimos. Déjennos abrirles la mente para emburriar a presión la historia de más de setecientos kilos que comprime la existencia carnal de los gemelos McCrary.
Billy Leon McCrary y Benny Loyd McCrary eran dos hermanos gemelos nacidos el mismo día, exactamente el siete de diciembre de 1946 en Hendersonville, Carolina del Norte. Nada hacía suponer el tamaño y peso que sus cuerpos finalmente adquirirían, y más raro parece la explicación para dicho cambio, pues existen varias versiones al respecto, unos señalan que el cambio de metabolismo se debió a padecer las paperas, otros que la rubeola, da igual, el caso es que la enfermedad que sufrieron alteró sus glándulas pituitarias y en consecuencia a los diez años pesaban cerca de los 90 kilos y  a los dieciséis los 260.
"Esta imagen os servirá para ir situandoos sobre quienes estamos hablando"
Recordemos que los chavalotes habían nacido en los Yeseis, cuna del culto al cuerpo por lo cual, sus familiares se las hicieron pasar canutas a base de someterlos a dietas y a ejercicio físico,  pero aquello no sirvió para nada pues a sus veintidós años Billy alcanzó los 335.6 kilos y Benny 369.2…ante esto, y probar suerte en el mercado de la marquetería decidieron reorientar su vida laboral hacia la muy prestigiosa carrera de “fenómeno de circo”, pero ningún carromato de feria ambulante paso por Herndersville buscando mujer barbuda o enano traga-fuegos…tuvieron que conformarse con un tipo que portaba cámara fotográfica y decía trabajar para una revista llamada Life, el fotógrafo insistió en retratar a aquellas moles humanas y en la redacción de la revista se ve que no tenían mejores contenidos, en conclusión ¡famosos al instante!
Con la popularidad que les proporcionó su foto en la revista, consiguieron una oferta para trabajar en el Circus Circus Casino de las Vegas, donde se ganaron el pan con un vistoso número que consistía en contar unos chistes y tocar la trompeta mientras unas go-gos de 180 kilos bailaban a su alrededor (sin colisión ni crear energía).
"¿Quien podría negarles un curro a estos dos zagales?"
Poco después se cruzó en su vida un representante de las mini-motos de la marca Honda, quien quiso demostrar la resistencia de la suspensión de sus máquinas con los McCrary. Y ahí teníamos a Billy y a Loyd, saliendo de Nueva York y dirigiéndose a los Ángeles, con toda la prensa siguiendo la evolución de dicha proeza que terminó llevándoles un mes, y si, ¡las mini-motos aguantaron! (quizá a base de no forzarlas, recorriendo tan solo unos cien kilómetros al día). Y es que, como no se pasaban muchas horas encima de la moto, el resto podían realizar labores promocionales ¿Quién no querría tener a dos mastodontes obesos anunciando tus productos? los primeros evidentemente fueron Honda, quienes organizaban firmas de autógrafos en sus concesionarios, en segundo lugar la cadena hotelera que les alojaba, y después aquellos que lograsen convencerles…¡eran la noticia frívola del día!
"Yo solo lo hago en mi moto, y sé que a ti te va a gustar, poseo todo lo que quiero, y lo que no puedo lograr...que decían los Obús"
Una vez concluido el viaje, recibieron la propuesta de Gory Guerrero de ser entrenados por el para posteriormente dedicarse al negocio del wrestling. Evidentemente por mucho entrenamiento que recibiesen, su volumen no les iba a permitir desarrollar grandes habilidades en el ring, pero, como bien sabemos, en el wrestling no gana el que mejor lucha, sino quien al que al final del combate suena su música.
Sorprendentemente, los McGrary aunque no eran una maravilla en el ring, se movían con más agilidad de lo que cabía esperar, entre 1972 y 1978 lucharon activamente, donde demostraron (¡acojona!) conocimientos reales de judo. Lucharon en la AWA, en la NJPW de Japón, y en la Stampede Wrestling de Canadá, es confuso saber en cuál de los dos últimos países se produjo el cambio de nombre, pero decidieron cambiárselo al de hermanos McGuire, porque según el acento y la pronunciación daba lugar a un doble sentido con el que no querían que se les asociase.
"Una cosa hay que reconocer es el estilismo que incita menos a la homosexualidad que he visto en el wrestling"
Como la vida les debía resultar muy aburrida, comenzaron a trabajar de “temerarios”, es decir, participando como especialistas en espectáculos de motociclismo, siguiendo la estela marcada por Evel Knievel, eso sí, los McGuire lo hacían vestidos de vaqueros (¡aún hay clases!). Lamentablemente, en uno de estos espectáculos celebrado en Nigara Falls en 1979, Billy sufrió un accidente, cuyas heridas le causaron la muerte trece días después.
Benny trató de seguir en el mundo de la lucha libre, pero pronto perdió la ilusión y decidió abandonar la farándula, regresando a Hendersonville donde abrió una casa de empeños y trabajó como subastador, varios años después se mudó a Walertown donde se dedicó a funciones evangélicas a través del golf (Fuck the what?!?).
Como suele ocurrir en este tipo de casos de obesidad, Benny McCrary comenzó a tener problemas para caminar, tenido que pasar mucho tiempo sentado o desplazándose en carrito, falleciendo finalmente a causa de una insuficiencia cardíaca a la edad de 54 años.
Así que ahora, tras haber leído este artículo por fin sabrás quienes son esos dos tipos enormes que suelen verse representados en diversas series de televisión. Vidas cortas pero intensas, unidos indisolublemente a la cultura pop gracias a las  mini-motos, el wrestling, los casinos de las Vegas y una obesidad que les llevó a figurar en el libro Guinness de los records como los gemelos con mayor peso del mundo. Poco más podemos añadir, nos despedimos por tanto emplazándoos a un nuevo futuro artículo, y recordad que, si se os presenta un tal Dr. Alban, para mí que ni es médico ni tiene un doctorado…lo más que hace es preguntarte “What is love?”…cuando lo normal es que os pregunte “¿Dónde le duele?....¡no os fiéis!
"Pagar por ver a Knievel o a un McGuire...yo siempre seré más del capitán Lance Murdock"




sábado, 23 de agosto de 2014

PUENTE DE EINSTEIN-ROSEN (a través de la pernera de un pantalón)

Todo vuelve, eso dicen, no pudiendo menos que acojonarme cuando alguien suelta tremenda frase, pues mi mente retrocede a tiempos que prefiero olvidar por las atrocidades que mis ojos presenciaron, pues yo no he visto naves en llamas más allá de Orión ni rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser, pero si a tíos portar camisetas de malla, tías teñirse el pelo en mi presencia recurriendo a pasar rotulador rojo permanente por sus mechones, a tipos con bigote luciendo orgullosos mariconera y ver como gente padecía el vicio del coleccionismo de pins para después lucirlos en sus gorras…es por eso, que yo, que viví ¡y sobreviví! A la llegada de las televisiones privadas, temo el regreso de la moda más casposa a cada temporada anunciada por el cortex británico…pero todo mal augurio se ha venido a confirmar cuando el otro día leí (maldito vicio…la cultura siempre llevándome por el mal camino) acerca del regreso al mercado de la empresa Zubaz…

Pero para que comprada vuecencia mi temor, debemos remontarnos a tiempos pasados, días en los que decir “Chachi-molongui” no era razón para recibir una paliza por anacrónico….Estoy hablando del glorioso año del Señor de 1988, tiempo en el que dos wrestlers (quienes sino), los “Legion of Doom” para más señas, les fueron con la murga a Dan Stock y Bob Truax de cuanto les gustaría unos pantalones que no se les metieran por la raja del ojal cuando practicaban haciendo pesas…necesitaban comodidad ¡Oh sí! Y Stock y Truax se la iban a proporcionar. ¿Cómo? Pues diseñando unos pantacas cortos con un diseño que satisficiera a los dos musculosos y a la vez ofendiese a tu madre. Para conseguir dichos objetivos los fabricaron en licra, lo cual proporcionaba una amplia capacidad de expansión, pero además, los diseñaron con unas medidas innovadoras que les hacía estrechos en la zona de las rodillas, combinado con que la extensión de la tela era más larga en la parte interior de la pierna que la de interior del muslo…si de por si esto no fuera ya aberrante, TODOS tenían estampado de cebra en amplia variedad de colores chillones.
"Aquí los Legion of Doom por si h no les pone cara (Cosa difícil si lees este blog)"

Y es que lo hortera es un gran negocio y para cuando la empresa empezó a operar como tal un par de años después, consiguieron en su primer ejercicio fiscal un beneficio de cien millones de dólares (que el precio de un par fuese bajo  es prueba del gran éxito del producto), eso sí, los pantalones largos (igualmente horrendos) se convirtieron en el verdadero éxito de la compañía.

Ahora bien, el Zubaz largo  lo podemos definir como la antítesis del leggin (El tribunal de la Haya estudia emprender medidas contra sus creadores), y a su vez no debe ser confundido con los pantalones-globo que popularizó McHammer en su videoclip de “U can´t touch this” a su vez inspirados claramente los que lucía la guardia real turca.

Los deportistas, esos adalides del buen gusto en el vestir, además de usarlos en sus entrenamientos, consideraron que eso de llevar las albóndigas del amor con libertad de movimientos era gran cosa, por lo que los Zubaz pasaron a ser parte del uniforme de estos titanes a la hora de salir a pasear al perro, ir al cine o cenar con la parienta en Chez Nois.
"Pruebas del delito A, B y C"
Entre las grandes ventas y la proyección pública que adquirió Zubaz, pasó de ser una pequeña empresa a una gran compañía, en la que Stock y Struax terminaron perdiendo su poder directivo para ser relegados a accionistas (Caso similar al de Ben & Jerry).  Por aquel entonces a algunos cargos directivos de equipos de futbol americano decidieron encargar a Zubaz el diseño de las equipaciones oficiales para la siguiente temporada… ¡Dicho y hecho!, aquellos jugadores gozaron de la mayor amplitud para acomodar coquillas hasta aquel momento.

Pero el sueño llega a su fin, aquellos visionarios directivos fueron conscientes de su error, los aficionados no se veían representados con aquellos colores y estampados que quemaban dioptrías y fue cuestión de tiempo que Zubaz dejase de recibir encargos de más equipos…de golpe los raperos decidieron usar chándal y los deportistas fingieron haber sufrido horterismo transitorio…la gente de bien por su parte comenzaron a realizar piras purificadoras y pactos de silencio con tal de limpiar cualquier producto Zubaz de su pasado.
"Los primeros en saltar del barco, creando no pocas confusiones esteticas y estilisticas"

Con tales perspectivas, a nadie le extrañó que la empresa Zubaz quebrase a mediados de la década de los noventa, momento que Truax y Stock aprovecharon para comprar los derechos de la marca a un bajo precio. Los años pasaron y es entonces cuando se forma la leyenda de los Zubaz, muchos gañanidos añoraban la comodidad paquetil, otros provocar estragos estéticos en su vecindario cuando iban a comprar el pan, o tan solo creer que podrían regresar a los años noventa en los cuales fueron felices poniéndose unos de aquellos pantalones…sin esperarlo, unos viejos Zubaz pasaron a revalorizarse, siendo frecuentes las pujas por ellos en subastas de internet…

Hubo que esperar al 2007 para que Truax y Stock decidieran volver a producir nuevos pantalones, eso sí, una tirada limitada que replicaba los patrones y estampados originales que solo se podían adquirir por su tienda virtual, después algún equipo de beisbol decidió modificar su equipación por un estampado de Zubaz y finalmente en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 el equipo ruso de Curling tuvo las santas criadillas de salir a competir con unos pantacas Zubaz cuyo estampado corria el riesgo de abrir portales inter-dimensionales.
Así que ya lo sabéis, Zubaz renace con mucha fuerza muyayos, y ojito, no enorgulleciéndose de la comodidad sino de sus estampados…¡Vaya declaración de principios!...de tal modo que han abierto horizontes y ya se conforman solo produciendo pantalones, sino también zapatillas, gorras, sudaderas, ¡¡¡¡¡¡CORBATAAAAAAAAAS!!!!!! y gafas ¡¡¡¡¡¡con los cristrales estampados!!!!!!

El lector no será capaz de asumir el debate interno que se ha dado en la redacción para elegir el orden del final del último párrafo ¿Qué anteponer, una corbata de estampado Zubaz o unas gafas de sol cuyos cristales vienen estampados? Ante tremenda virulencia creativa y el riesgo a que estos productos puedan ir contra la convención de Ginebra me despido, tan solo señalando que cualquier cosa que te regalen de Zubaz siempre será mejor que estar obligado a escuchar de principio a fin un disco de Terence Trent D´arby.
"Para los más jóvenes, esos que rehuyen  la lectura por postureo, sintetizamos el articulo en una imagen"