sábado, 23 de agosto de 2014

PUENTE DE EINSTEIN-ROSEN (a través de la pernera de un pantalón)

Todo vuelve, eso dicen, no pudiendo menos que acojonarme cuando alguien suelta tremenda frase, pues mi mente retrocede a tiempos que prefiero olvidar por las atrocidades que mis ojos presenciaron, pues yo no he visto naves en llamas más allá de Orión ni rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser, pero si a tíos portar camisetas de malla, tías teñirse el pelo en mi presencia recurriendo a pasar rotulador rojo permanente por sus mechones, a tipos con bigote luciendo orgullosos mariconera y ver como gente padecía el vicio del coleccionismo de pins para después lucirlos en sus gorras…es por eso, que yo, que viví ¡y sobreviví! A la llegada de las televisiones privadas, temo el regreso de la moda más casposa a cada temporada anunciada por el cortex británico…pero todo mal augurio se ha venido a confirmar cuando el otro día leí (maldito vicio…la cultura siempre llevándome por el mal camino) acerca del regreso al mercado de la empresa Zubaz…

Pero para que comprada vuecencia mi temor, debemos remontarnos a tiempos pasados, días en los que decir “Chachi-molongui” no era razón para recibir una paliza por anacrónico….Estoy hablando del glorioso año del Señor de 1988, tiempo en el que dos wrestlers (quienes sino), los “Legion of Doom” para más señas, les fueron con la murga a Dan Stock y Bob Truax de cuanto les gustaría unos pantalones que no se les metieran por la raja del ojal cuando practicaban haciendo pesas…necesitaban comodidad ¡Oh sí! Y Stock y Truax se la iban a proporcionar. ¿Cómo? Pues diseñando unos pantacas cortos con un diseño que satisficiera a los dos musculosos y a la vez ofendiese a tu madre. Para conseguir dichos objetivos los fabricaron en licra, lo cual proporcionaba una amplia capacidad de expansión, pero además, los diseñaron con unas medidas innovadoras que les hacía estrechos en la zona de las rodillas, combinado con que la extensión de la tela era más larga en la parte interior de la pierna que la de interior del muslo…si de por si esto no fuera ya aberrante, TODOS tenían estampado de cebra en amplia variedad de colores chillones.
"Aquí los Legion of Doom por si h no les pone cara (Cosa difícil si lees este blog)"

Y es que lo hortera es un gran negocio y para cuando la empresa empezó a operar como tal un par de años después, consiguieron en su primer ejercicio fiscal un beneficio de cien millones de dólares (que el precio de un par fuese bajo  es prueba del gran éxito del producto), eso sí, los pantalones largos (igualmente horrendos) se convirtieron en el verdadero éxito de la compañía.

Ahora bien, el Zubaz largo  lo podemos definir como la antítesis del leggin (El tribunal de la Haya estudia emprender medidas contra sus creadores), y a su vez no debe ser confundido con los pantalones-globo que popularizó McHammer en su videoclip de “U can´t touch this” a su vez inspirados claramente los que lucía la guardia real turca.

Los deportistas, esos adalides del buen gusto en el vestir, además de usarlos en sus entrenamientos, consideraron que eso de llevar las albóndigas del amor con libertad de movimientos era gran cosa, por lo que los Zubaz pasaron a ser parte del uniforme de estos titanes a la hora de salir a pasear al perro, ir al cine o cenar con la parienta en Chez Nois.
"Pruebas del delito A, B y C"
Entre las grandes ventas y la proyección pública que adquirió Zubaz, pasó de ser una pequeña empresa a una gran compañía, en la que Stock y Struax terminaron perdiendo su poder directivo para ser relegados a accionistas (Caso similar al de Ben & Jerry).  Por aquel entonces a algunos cargos directivos de equipos de futbol americano decidieron encargar a Zubaz el diseño de las equipaciones oficiales para la siguiente temporada… ¡Dicho y hecho!, aquellos jugadores gozaron de la mayor amplitud para acomodar coquillas hasta aquel momento.

Pero el sueño llega a su fin, aquellos visionarios directivos fueron conscientes de su error, los aficionados no se veían representados con aquellos colores y estampados que quemaban dioptrías y fue cuestión de tiempo que Zubaz dejase de recibir encargos de más equipos…de golpe los raperos decidieron usar chándal y los deportistas fingieron haber sufrido horterismo transitorio…la gente de bien por su parte comenzaron a realizar piras purificadoras y pactos de silencio con tal de limpiar cualquier producto Zubaz de su pasado.
"Los primeros en saltar del barco, creando no pocas confusiones esteticas y estilisticas"

Con tales perspectivas, a nadie le extrañó que la empresa Zubaz quebrase a mediados de la década de los noventa, momento que Truax y Stock aprovecharon para comprar los derechos de la marca a un bajo precio. Los años pasaron y es entonces cuando se forma la leyenda de los Zubaz, muchos gañanidos añoraban la comodidad paquetil, otros provocar estragos estéticos en su vecindario cuando iban a comprar el pan, o tan solo creer que podrían regresar a los años noventa en los cuales fueron felices poniéndose unos de aquellos pantalones…sin esperarlo, unos viejos Zubaz pasaron a revalorizarse, siendo frecuentes las pujas por ellos en subastas de internet…

Hubo que esperar al 2007 para que Truax y Stock decidieran volver a producir nuevos pantalones, eso sí, una tirada limitada que replicaba los patrones y estampados originales que solo se podían adquirir por su tienda virtual, después algún equipo de beisbol decidió modificar su equipación por un estampado de Zubaz y finalmente en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 el equipo ruso de Curling tuvo las santas criadillas de salir a competir con unos pantacas Zubaz cuyo estampado corria el riesgo de abrir portales inter-dimensionales.
Así que ya lo sabéis, Zubaz renace con mucha fuerza muyayos, y ojito, no enorgulleciéndose de la comodidad sino de sus estampados…¡Vaya declaración de principios!...de tal modo que han abierto horizontes y ya se conforman solo produciendo pantalones, sino también zapatillas, gorras, sudaderas, ¡¡¡¡¡¡CORBATAAAAAAAAAS!!!!!! y gafas ¡¡¡¡¡¡con los cristrales estampados!!!!!!

El lector no será capaz de asumir el debate interno que se ha dado en la redacción para elegir el orden del final del último párrafo ¿Qué anteponer, una corbata de estampado Zubaz o unas gafas de sol cuyos cristales vienen estampados? Ante tremenda virulencia creativa y el riesgo a que estos productos puedan ir contra la convención de Ginebra me despido, tan solo señalando que cualquier cosa que te regalen de Zubaz siempre será mejor que estar obligado a escuchar de principio a fin un disco de Terence Trent D´arby.
"Para los más jóvenes, esos que rehuyen  la lectura por postureo, sintetizamos el articulo en una imagen"


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