viernes, 5 de junio de 2015

AQUELLOS OCHENTOSOS OCHENTA

Tras mi periplo británico termine por mandarlo todo al garete, vendí mi piso en el Soho, dejé de tomar té con pastas con Steve Hackett y escribí una carta muy emotiva a Mark King dándole las gracias por haberme enseñado a cuidar así de bien mi pelo. El problema había surgido un mes atrás, cuando los tabloides amarillentos captaron una instantánea de Maria Whittaker y Christopher Hewett saliendo de un coche justo en el momento en que yo pasaba por allí y también Trevor Horn pidiéndome tres pavos para comprar chili con carne. Mi vida dio un vuelco, miles de periodistas carroñeros acampaban ante mi puerta publicando todo tipo de disparatados rumores tales como: “Lucky Lee Perkins es un nombre ficticio de un escritor ep´pañol”,”Lucky Lee Perkins trató de lograr un híbrido emparentando cemento con pan de molde”.

Me fui, cogí el primer avión para Australia pero me baje en Alburquerque para despistar. Olvide que en USA aún no me habían perdonado mi incidente con Leif Garrett y allí estaba yo, sin un duro, y sólo...tuve que fingir ser otra persona, usar otro nombre...escogí uno al azar “Huey Lewis”. Una noche al salir de mi trabajo como doblador de los dibujos animados de los Pitufos fui a ver la actuación de un grupo local en un bar de mala muerte, se hacían llamar “Sinusitis”, tras su bolo hablé con ellos y les explique que el rollo punk ingles ya no se llevaba en la Costa Oeste, aceptaron a cambiarse el nombre por “The News” al igual que despedir a Coque Malla como cantante y sustituirlo por un tal Huey Lewis que casualmente pasaba por allí...les impuse al día siguiente una nueva estética ¡todos de traje! Uno con clisos de sol, otro sin chaqueta, el de allí con corbata de palmera...y eso si ¡todos con mullet! En tan solo dos meses fuimos la última sensación pop, nos fichó una discográfica country y nos convertimos en el grupo favorito de los yuppies y los brokers. Nos jartamos a hacer pasta a base de grabar discos y hacer anuncios, el mas popular era el de la agencia de morosos aquella en que yo hice de arbusto y Dwayne el guitarrista de nube ¡Que risas!


Un día de verano nos vino a ver Robert Plant ¡le echamos a patadas! Mas tarde vino nuestro manager Herminio con un dossier con fotos de mi vida anterior, no podíamos dejar que toda la mierda nos explotara en la cara como un petardo chino plantando en un zurullo como si por azar del destino lo hubiésemos colocado allí y una vaca teniendo todo el campo donde poder defecar, eligiera ese y no otro sitio.
"No hay nada mas ochentero que un talego de cien cucas de Manuel de Falla"
Buscamos un sustituto para mí, encontramos a uno que nos valió al ir a comprar tabaco al estanco, se llamaba Antonio y se reía mucho con la serie de Webster, también le caía mal Robert Plant, cosa que interpretamos como un cable que nos lanzaba el destino. El público ni se dio cuenta del cambiazo y yo pase a ser productor...rechazaba todo grupito que no usase baterías eléctricas y solo sacaba buenos singles a artistas calvos y con cuatro pelos por arriba, es por ello que hayas oído hablar en alguna ocasión de personajes como Phil Collins, Elton John, Fernando Esteso, Mark Knopfler y Jimmy Somerville.


Un día me sonó el teléfono y me encontré  con que en el otro lado de la línea estaba Trevor Horn, pidiéndome tres pavos para chili con carne, me trató además de advertir que me estaba estancando, que no podía repetir una y otra vez la misma fórmula de éxito. Al colgar me di cuenta de que Trevor tenía razón, total, que invertí mucho dinero en mi nuevo golpe maestro, acudí a una escuela de Wing-Tsun y golpeé a mi maestro.
"Band-Aid, los rockeros solidarios británicos, ¡cuanta alegría en una foto! creo que solo veo una sonrisa...seguramente por que entre ellos está Midge Ure"
Ya en la calle y con menos dinero, me di cuenta que mi cerebro estaba seco ¡maldito sol de California!, ya no era capaz de crear brillantes melodías, mis ojos se distraían en las mujeres que poblaban la playa de Venice y me dedicaba con ellas a despilfarrar bolsas de IFA y ALDI llenas de dinero en los más estúpidos caprichos. Antes de arruinarme totalmente, adquirí (Vía opa hostil) un periódico escolar y le cambié el nombre, así “La gacetilla del Brenton High” pasó a llamarse “Luckyzine” y el resto es historia.

Pero ocurrió que un día alguien me reconoció, avisaron a los paparazzi y me hicieron una foto por la mañana saliendo a recoger el periódico tras pasar la noche en casa de Joan Collins. Como todo estaba perdido y el estilo sin escrúpulos de los yuppies se llevaba, mi sentido del humor encajó perfectamente con los medios, en cuanto me pusieron un micrófono delante me metí con Ronnie Reagan (¡un cachondo!), con Bruce Springsteen, con Imelda Marcos y hasta con el presidente de Camy. Decidí explotar al máximo aquella vuelta al ruedo de la fama, y en un santiamén me vi realizando un par de cameos en “Luz de luna”, pero iba tan pedo que prefiero no acordarme, también aparecí en “¿Quién es el jefe?” y volviendo a ver aquel episodio años después en Blue-Ray, creo que se transmite al espectador que no había química entre Tony Danza y quien les escribe, imagino, que me veía como una amenaza. J.J. Canell y Aaron Spelling hubiesen hecho de mí una estrella si no se llegase a cancelar la teleserie de un tipo que viaja en ala delta y resuelve crímenes. Dijeron que estaba demasiado encasillado en la comedia como para pasarme a la acción, que nadie me tomaría enserio ¡fíjate!

Como era de esperar, al igual que todo buen humorista de la época, me volví repetitivo y terminé devorado por el estilo cruel y ácido de la prensa, los famosos y la industria cárnica. No debí aceptar ser la voz en Off de “Aquellos maravillosos años” ni hacer de director Bellding en el piloto de “Salvados por la campana”.


Harto de oír rechazos a mis obras me fui a Polonia, seguí consiguiendo fracasos, pero al menos los rechazos en polaco me gustaban mas por su sonoridad. Tranquilos, aún no se habían acabado los ochenta y además me he dejado cosas interesantes por medio que merecen ser contadas. Ya os las iré contando de manera goteada y bajo pago ¿Qué te habías pensado?
"Es cierto, existe una película sobre mi y el título capta perfectamente mi faceta intrépida"