martes, 28 de diciembre de 2010

22 Agosto 2008

¡ELVIS VIVE!


Antes de entrar en materia, decir que hoy dia 22 de agosto del 2008 los del blog "¿Que fue de...?" (Mirad en la seccion de enlaces) han publicado un articulito biografico mio, asi que ya sabeis, si quereis conocerme un poco mejor y tener verdaderos argumentos para agredirme por la via publica, ¡alli podreis buscarlos!...ahora si, vamos con el la historia que os queria contar hoy:
El otro día va y se me queda muerto el Buick en mitad de una carretera dejándome tirando en un monte camino de mi siguiente actuación en Tordesillas, como no tengo ni puta idea de mecánica opte por llamar con mi mobilio para que remolcasen el buga, pero allí no había cobertura, total, como soy campechano me remangue el pantalón del smoking y comencé a patear colina arriba para encontrar a algún lugareño que me pudiese auxiliar. Tras una caminata halle civilización en forma de un viejo colmado en la carretera, con un surtidor de gasota, un txuquelo pachon con cara de sobaco de Isabel Gemio y un viejo holgazán reclinándose en su mecedora, el hombre respondía al nombre de Clifford, vestía un peto vaquero, y fumaba en una mohosa pipa de maíz. Inmediatamente me reconoció, se presento, me dijo que iría a buscar con su grúa mi coche, pues estaba anocheciendo, que lo mejor es que siguiese la carretera, llegase al pueblo, pasase la noche en el y por la mañana me llevaría el coche ya arreglado…dando por tanto mi actuación en el Fryars Club de Tordesillas por perdida hice caso a Clifford y fui en busca del motel del pueblo.
-¡Cuídese de la invasión de zombis! Juajuajua (toses espasmodicas) juajuajuajua (esputos) juajuajuajua…
¿Qué había querido decir el viejo Clifford?¿que era eso que llamaba zombis?¿por que se reía?¿y que era una invasión?
"Mirinda, refresing & tasted good"
Al llegar al pueblo salude con mi porte gallardo a las señoras que me encontré, todas respondiéndome con gemidos lastimosos, pasee por las alegres calles y su población salio a mi encuentro con los brazos abiertos…yo no es por criticar pero eran los fans mas mal vestidos que he visto en mi vida…todas las prendas sucias y desgarradas y bueno, en higiene ¿Qué decir? No conocían el agua y el jabón, además de que todos llevaban unos pelos pufffff pero allí venían todos con unos pelos, por no hablar de lo escuálidos que estaban ¡maldita anorexia! Que esclavizas a la juventud marcando los cañones de belleza en la talla 34
Todos querían tocarme y abrazarme ¡que criaturas mas majas! Cuando de pronto, un súbito disparo destrozo la cabeza de la mas cercana a mi, un Cadillac empezó a atropellar al personal y allí pude verle, era el, no un marciano, no un argentino haciéndose pasar por el…¡ELVIS! Con su escopeta disparando por doquier a los lugareños
-¡Sube paspán!
¿Cómo iba yo a no hacer caso a un tio con una escopeta? Y tan pronto como subí aceleró aplastando a mis fans y a Antonio Mercero, llevándome al único lugar seguro…¡la hamburguesería…-¿Por qué?-Le pregunte y el respondió que por que era el único lugar que esos zombis anoréxicos no encuentran nada que les guste, puesto que son ¡Vegetarianos!, vamos, que no comen cerebros, te comen el coco, las plantas de los pies, de las manos y el pepino y si no son ovovegetarianos hasta los huevos.
¡Que horror!¡Vegetarianos!-Pensé…pero pronto la situación se relajo cuando Elvis me empezó a mostrar su casa, toda muy recargada para mi gusto, creo que le gusto que no le preguntase nada de cómo es que seguía vivo y había podido evitar que nadie sospechase en todos estos años que estuviese vivo, continuamos por su casa hasta llegar a un cuarto donde guardaba una bien surtida colección de vinilos, con autenticas rarezas, me enseño un bootleg mío cantando en el Shryne Auditórium que ni yo mismo conocía, después se declaro un lector asiduo del Luckyzine y su robot mayordomo nos saco una foto tomándonos un banana-split.
"Folleto explicativo de directrices a seguir en caso de invasion zombi, Ed. Anaya, Madrid 1993"
Cuando de pronto los zombis vegetarianos comenzaron a golpear los cristales como las viejas gordas en las rebajas de enero, Elvis saco rifles de su armero y junto a su robot nos abrimos paso hasta las calles a tiros, pudimos subir a su Cadillac y salir por los pelos, seguimos por la carretera sin cruzarnos con nadie a bastante mas velocidad que la permitida, pensé, que si nos paraba la policía no nos creerían, al igual que nadie a quien le contara mi historia, en la radio del coche empezó a sonar Pat Boone y hasta ahí se podía llegar, Elvis saco un revolver y disparo a la radio, dio un volantazo y freno derrapando en la cuneta.
Nos bajamos y detrás de unos matorrales cubiertos por una red habían escondidas dos bicicletas y un sándwich de pollo.
-Estas son dos bicicletas y un sándwich que habíamos dejado aquí escondidas por si algún día se hubiese dado la situación que hoy ha terminado ocurriendo, ahora continuaremos por la carretera con las bicis, lastima que solo podamos salvarnos dos.
Aquellas palabras de Elvis resonaron en mi mente buscando una lógica del por que ahora no podíamos seguir tirando con su Cadillac.
"¡Que listo era!", asi el tio disfrutaba el doble"
Elvis se despidió de su sirviente robot, el cual le había servido tan bien, el cibernético mayordomo trataba de negociar con su jefe alegando que el pesaba poco y podía ir de paquete, pero algo raro flotaba en el ambiente, me dio a mi que la relación entre ellos se había enfriado en los últimos meses y el rey del Rock´n´Roll estaba buscando la mínima para pagarle el finiquito a su sirviente, se lo pago en forma de disparo en la cabeza, era la única manera de que no fuese por ahí a la redacción del “Hola” o del “Interviú” a contar los trapos sucios del rey.
Nos fuimos pedaleando hasta el siguiente pueblo donde nos despedimos, el se compro una sudadera rosa para pasar desapercibido y yo un donut, nos dimos la mano como caballeros sabiendo el que guardaría su secreto y jamás lo publicaría, acto seguido empezó a sonar música de John Williams, apareció una enorme nave espacial, levanto el dedo, se le puso rojo y me dijo “Siempre estaré ahí” y subió por la rampa ante la mirada atónita del personal que pasaba por la calle. La nave cerro la puerta, se oyó como la llave daba doble vuelta a la cerradura para asegurarse y se marcharon tan rápido como llegaron…yo miraba con cara de estupefacción a John Williams, quien pillo la indirecta y mando dejar de tocar a su orquesta y aproveche para irme con ellos al aeropueto mas cercano y poder llegar a mi siguiente actuación de Algeciras.
"La DGT lo manda llevar en el maletero junto al chaleco reflectante, los triangulos y la rueda de reposicion"

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