lunes, 27 de diciembre de 2010

11/11/06
GYMKATA

Tras el éxito de Karate Kid nos llegaron miles de sucedáneos nefastos pero en Gymkata nos encontramos algo original y distinto que la hacia the best de lo best del videoclub, era el afán de superación y entrega, grandes valores aun desconocidos en nuestra sociedad (acabábamos de conocer el color fucsia y la línea diagonal) como el sacrificio, el esfuerzo y soportar estoicamente a los niñatos de OT cantando en todas las entrevistas para demostrar que son cantantes

Pues si, la película nos cuenta que fue de los gañanes de Kobra-Thai que no lograron fostiar a Daniel Caruso y como quemaron la plantación de bonsáis del Niyagi…pero allí de bonsáis nada, se pillaron una fumada de marihuana al inhalar los humos del invernadero y decidieron dedicar su vida a otros menesteres, así el bueno de Jeremy que siempre había sido un poco sarasa se dio a la gimnasia rítmica convirtiéndose en la vergüenza de sus progenitores y en la rision para sus colegas.

Por esos días, un narcotraficante latino se instala en la ciudad y contrata a unos ninjas comunistas para desvalijar a los pequeños empresarios locales e imponer un nuevo reinado de terror (tras haber sido derrocado Santi Millan), primero comienzan con las lavanderías de los chinos, luego con las panaderías de los chemas, mas adelante con las pizzerías de Giusseppe Mazzino y al final quemando las revistas porno de los kioscos…algo intolerable para el burgo fue como se agenciaban todas las cervezas y las abrían para volcar su contenido sobre las alcantarillas…¡solo por joder!

Así, mientras el pueblo clama por un héroe, Jeremy esta enganchadísimo al Space Invaders en su Atari 2600, pero todo cambia cuando un día, unos ninjas tiran de la bici a su vecina Tracy de la cual ha estado enamorado desde el parvulario pero ella no le hace ni puto caso, por que tiene las tetas gordas y es capitana del equipo de animadoras y prefiere irse con los deportistas varoniles que marcan paquetada, el caso es que Jeremy se mosquea con los ninjas y salta también desde su bicicleta (con cesta para hacer recados a su madre) y gracias a su entrenamiento en gimnasia rítmica y danza moderna tiene unos movimientos que combinados con su antiguo entrenamiento en karate dejan en bragas el Jet-Kun-Do y mete una somanta palos a los ninjorros terminando con un aullido de nena como grito de guerra…ayuda a lenvatarse a Tracy pero este le repudia por lo nenaza que parece con esas mayas ajustadas que poco dejan a la imaginación

Abatido en su habitación Jeremy clama venganza y se jura eliminar al narcotraficante latino, con lo cual tenemos cinco minutos de imágenes de entrenamiento intensivo a ritmo de música A.O.R. viendo como Jeremy conjuga su camiseta de tirantes con unas monisimas muñequeras y cinta del pelo en colores fosforito y da saltos mortales, giros, lanza la pelota al aire, se retuerce por el suelo, hace la bicicleta, se quita los calentadores y saca el video de joggin de Jane Fonda…¡ahora esta preparado y va a por Velásquez!

En la mansión un ejercito de ninjas corta el paso a nuestro héroe, pero el los va reduciendo uno a uno, en algún momento alguno le hace un corte superficial con una maquinilla gillette, pero el hace como si nada y continua su avance, sorpresivamente en un pasillo caen sobre el dos comerciales del Circulo de Lectores pero los reduce con la técnica de la cobra, a continuación derriba una puerta y allí le esta esperando Velásquez armado hasta los dientes, pero los antiguos compañeros del Dojo Kobra-Thai vienen a ayudarle y eliminan a los ninjas que le iban a matar por la espalda, Jeremy comprende que sus amigos le aceptan a pesar de ser underground, ¡es mas! Uno de ellos ha traído el ultimo single de Kenny Loggins y lo pone en el hilo musical, con lo cual, Jeremy con ese ritmo frenético comienza a desplegar una coreografía que le hace esquivar todos los disparos del rival y acabar con el con el golpe del Marsupial disléxico…todos se funden en un abrazo y cuando la película parecía que iba a terminar aparece Tracy corriendo hacia el…lleva una carta en la mano y se detiene ante un buzón, la mete y se va otra vez en dirección contraria 

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